Desde los inicios del proyecto Zentzuz Kontsumitu, cuando comenzó a construirse un marco teórico sobre el Consumo Responsable desde la realidad de Vitoria-Gasteiz, la perspectiva de género (PdG) fue una cuestión sobre la que se debatió internamente. En esta nueva edición del ZK iniciada en 2016, queremos dar un paso más consciente de que un modelo de economía basado en el CCRyT, debe contemplar el paradigma de la sostenibilidad de la vida en toda su dimensión. Y aquí, los cuidados siguen siendo un asunto pendiente, un asunto que queremos poner sobre la mesa, para convertirlo en un problema político y abordarlo colectivamente, con responsabilidad y compromiso desde lo institucional y la ciudadanía.
El sistema patriarcal capitalista prima la producción de bienes y servicios por encima de todo. Lo importante es el mercado y todo aquello que quede fuera de ese ámbito se excluye. Basándose en una naturalización de las diferencias entre hombres y mujeres, este modelo no ha considerado trabajo la actividad no remunerada realizada en la esfera doméstica. Sin embargo, el sistema capitalista se apoya en los trabajos no remunerados de las mujeres que se ocupan de la reproducción social.
Los aportes económicos, teóricos y relacionales de las mujeres han sido despreciados. Desde la invención de la agricultura, han sido las guardianas de las semillas y transmisoras de los saberes ancestrales sobre producción y usos culinarios y medicinales de las plantas. Hoy día producen el 70% de la alimentación familiar en los países en desarrollo y el 50% a nivel planetario, según la FAO. Las mujeres realizan 2/3 del trabajo mundial y ganan la décima parte de lo que perciben los hombres. En lo que se refiere a recursos productivos solo son dueñas del 1,8% de la tierra y apenas tienen acceso al crédito. Siete de cada 10 personas pobres son mujeres, el 70% vive en el área rural y pasa hambre (Social Watch 2008).
Sabemos que este sistema consumista tiene enormes consecuencias sociales y medioambientales, y sabemos también que las mujeres sufren consecuencias específicas como la feminización de la pobreza, la mercantilización del cuerpo, etc.
En ediciones anteriores, cuando “soñábamos” otros modelos sociales, ecológicos y económicos, otras formas de producir y consumir, y proponíamos el consumo consciente y responsable como alternativa, teníamos claro que esta transformación debe tener la equidad de género como una cuestión prioritaria. En esta nueva etapa, proponemos dar un paso más y abordar la temática de los cuidados desde la perspectiva de interrelación entre lo global y lo local. Lo haremos, por un lado, analizando la organización social de los cuidados a la luz de la cadena global de cuidados, lo que nos permitirá comprender la complejidad de la estructura que atraviesa la realidad de muchas mujeres migradas trabajadoras de hogar en Vitoria-Gasteiz.
Ello se llevará a cabo en un proceso colectivo con organizaciones implicadas y/o interesadas en la temática lo que nos permitirá generar una alianza, elaborar un marco teórico y un posicionamiento político (actividad 3, eje temático cadena global de cuidados), y realizar un análisis cualitativo en profundidad de la realidad concreta mencionada.