El cambio hacia un modelo que apueste por la soberanía alimentaria puede comenzar dando la vuelta a nuestros hábitos de consumo diarios. Este fin de semana hemos tenido la oportunidad de conocer la elaboración de recetas fáciles y sencillas, pero que además se elaboran con alimentos que han sido cultivados en condiciones respetuosas con las personas y con el medio ambiente y, por lo tanto, nos aseguran un consumo responsable.
Gracias a la nutricionista Nagore Lázaro, a lo largo de la mañana del sábado y del domingo (9 y 10 de febrero) en los centros cívicos de Hegoalde y Judimendi hemos cocinado platos deliciosos, económicos, saludables y sostenibles. Todos ellos con productos de temporada y ecológicos. Y, en el caso de los alimentos que no podemos encontrar en nuestro entorno, con productos de comercio justo de cooperativas de países como Ecuador, Tailandia o Perú. Desde Zentzuz Kontsumitu hemos organizado estos talleres con el objetivo de resaltar el consumo responsable como uno de los pilares principales para una sociedad más sostenible y saludable. Construyendo soberanía alimentaria también construimos salud del medio ambiente, de las personas y de la sociedad.
Durante los talleres, que se desarrollaron de 10:00 a 14:00, elaboramos un menú completo y saludable, y conocimos las propiedades de cada alimento. Disfrutamos, en primer lugar, de un batido vegetal cuyo ingrediente principal fueron las espinacas. Otro de los platos estrella fue el humus de alubias y sésamo, que pudimos degustar acompañado de diferentes especias de comercio justo, como la cúrcuma o el curry, de la cooperativa Ethiquable; o Garam Masala, una mezcla de especias secas que se utiliza principalmente en el norte de la India.
Después del aperitivo, elaboramos nuestra pizza vegetal, y para la masa utilizamos arroz integral de Comercio Justo, exportado por la organización Green Net de Tailandia, fundada en 1993 en Bangkok con el fin de apoyar al comercio responsable y la agricultura ecológica, en respuesta a una demanda de productos más sanos y respetuosos del medio ambiente por parte de los y las consumidoras nacionales, cada vez más preocupadas por su seguridad alimentaria. Además, de la mano de Ana, de Cestas Urbide, pudimos conocer la procedencia de algunos de los productos que utilizamos en la pizza y las ventajas y razones por las que consumir productos locales y ecológicos.
De postre saboreamos unas trufas de chocolate, también de Ethiquable. El cacao que se utiliza, procedente de Costa de Marfil, nos asegura que no estamos consumiendo cacao cultivado con mano de obra infantil, uno de los mayores problemas de este tipo de industria. Por ejemplo, comprar un niño o niña a traficantes en este país cuesta unos 230 euros, e incluso este precio puede ser más bajo.
Para elaborar las trufas, utilizamos, además, anacardos de la cooperativa APRAINORES, de El Salvador. Y para acompañar al postre, y finalizar el taller, café e infusiones de comercio justo.
La decisión de con qué alimentos llenamos nuestra cesta puede contribuir a sostener un modelo social económico u otro. ¿Optamos por productos cuya procedencia desconocemos, que no son de temporada, y que no cumplen con criterios medioambientales, o, por el contrario, apostamos por productos cercanos o de comercio justo, cuyo origen conocemos y que además respetan los derechos de las personas productoras? En Gasteiz tenemos un amplio abanico de establecimientos donde podemos adquirir productos que cumplen estos últimos criterios, que podéis consultar en nuestro callejero responsable.