“Cuidadoras Migradas, el Sur de nuestro Norte”. Te lo contamos…
“Después de un proceso de investigación, obtuvimos como resultado la IAP «Cuidadoras Migradas, el Sur de nuestro Norte” Entre las recomendaciones de esta herramienta participativa, estaba la “necesidad de realizar sensibilización en la sociedad de acogida para erradicar el racismo y la múltiple discriminación a la que se enfrentan las mujeres trabajadoras de hogar y de cuidados”.
Nos hemos puesto a ello con la ilusión de encontrarnos con mujeres mayores que han estado cuidando toda la vida de manera gratuita por imperativo patriarcal. Y que por ello, el mercado laboral las ha marginado y precarizado. Ahora, en su recta final, son personas que necesitan cuidados y los reciben; o de manera gratuita (desde la familia, generalmente hijas) o se contratan cuidados (generalmente mujeres migradas que han realizado un viaje migratorio y que abandonan sus países por razones sociopolíticas, pobreza o persecución). Para generar un espacio de pensamiento colectivo sobre esto, hemos planteado a 5 Bizan de Vitoria-Gasteiz un taller sobre esta cuestión: ¿qué esconden los cuidados?
Estuvimos en el Bizan de Zaramaga, donde nos encontramos a un grupo de personas activas, informadas, abiertas de pensamiento y solidarias con las realidades de las trabajadoras del hogar y de cuidados y críticas con el rol de cuidado que han tenido que soportar. También se muestran interesadas en generar iniciativas propias de auto-cuidados ya que están desencantadas de las instituciones. Por ello, les presentamos la experiencia de Maitelan, la cual esperamos poder profundizar en los próximos años.
Y continuamos en el Bizan del Pilar, donde encontramos a un grupo mayoritariamente feminizado y dicharachero. Estas personas conocían la dureza del trabajo del hogar y nos agradecieron la propuesta de estas temáticas para poder hablarlas.
Para Enarak koop y la Red de Comercio Justo y Consumo Responsable de Vitoria-Gasteiz (Zetnzuz) es un reto poder visibilizar que no tenemos enfrentarnos entre mujeres y mujeres migradas ni hacer una “lucha de opresiones”.
Por el contrario, debemos sentir que todas juntas tenemos que exigir que no se precaricen nuestras vidas, que el cuidado debe estar en el centro de las políticas públicas y que es responsabilidad de los gobiernos atender a las personas, cuidarlas y dignificarlas. Sin precarizar a nadie, y, concretamente, la vida de las mujeres.
Estamos entusiasmadas por continuar con esta labor y visitar los Bizan de Judizmendi, San Martin y Abetxuko. No sabemos qué reflexiones críticas nos descubrirán estos maravillosos grupos de personas mayores que se articulan entorno a su barrio y generan comunidad entre ellxs.
Allá vamos…
